(20 DE ABRIL 2022) Por Violeta Vázquez Rojas Maldonado.
Sentido Común
“Que una masa de hombres sea llevada a pensar coherentemente la realidad presente es un
hecho filosófico mucho más importante y original que el hallazgo, por parte de un «genio»
filosófico, de una nueva verdad que sea patrimonio de pequeños grupos de intelectuales”.
Esas palabras se encuentran bien al inicio de la Introducción a la Filosofía de la Praxis, de Antonio Gramsci. Las recupero aquí porque esta vez usaré este espacio generoso en El Chamuco para hablar de otra publicación, hermana -por compartir colaboradores- de este sitio. La publicación es Sentido Común, y salió a la luz el 12 de abril de 2022, con un número especial dedicado a la Reforma Eléctrica. Se publicará mensualmente y pronto también alimentará cada día un sitio con columnas de opinión, cartones, infografías, videos y otros materiales. La revista y su pertinencia se explican mejor por el contexto en el que emerge, que se caracteriza por dos aspectos que explico a continuación.
El primero es que vivimos -como sabe cualquiera que esté al tanto de la vida pública nacional- tiempos interesantes, cambiantes, a ratos conmocionados, intensos, ya sea que los veamos con simpatía, con antipatía o con escepticismo. Las redes sociales y los medios de comunicación, especialmente los corporativos, imponen un ritmo vertiginoso a la información, alimentando cada segundo con la última opinión sobre la nota más reciente y, al mismo tiempo, haciendo vacío a cualquier reflexión elaborada que trate de comprender, antes de condenar o justificar, los hechos y sus causas.
El segundo aspecto es que venimos de una sucesión de gobiernos que, a falta de apoyo popular auténtico, solían legitimarse mediante la opinión calificada de un puñado de elegidos, llamados pomposamente “intelectuales”, y que no eran otra cosa que una élite encumbrada sin más méritos que su cercanía a grupos de poder político y económico, que durante mucho tiempo fueron indistinguibles entre sí. Desde esa aristocracia intelectual se dictó lo que contaba como “racional”, que era la forma en que ellos pensaban partiendo de un cuerpo de conocimientos adquirido en determinadas instituciones y círculos sociales, y se descalificaba, en cambio, la opinión popular, a la que se atribuía un carácter emocional, pedestre y sin fundamento.
Con este trasfondo, era necesario contar con un foro en el que pensadores reconocidos por su carrera como socializadores de conocimiento y como examinadores críticos de la realidad social, pero que nunca se alinearon con las clases conservadoras, coincidieran con mentes nuevas, igualmente inquietas, y también capaces de analizar y explicar el presente sin la aversión que las élites suelen guardar hacia las mayorías democráticas.
Así surge, pues, esta publicación, dirigida por la lucidez y la experiencia del escritor Fabrizio Mejía, organizada por la economista y maestra en políticas públicas Renata Turrent, y diseñada por Andrés Ramírez Cuevas.
El Consejo Editorial condensa un encuentro de generaciones de saberes diversos: historiadores y etnohistoriadores, escritoras, periodistas, economistas, caricaturistas, antropólogas, sociólogos, filósofas y politólogos. Lo conforman Lorenzo Meyer, Enrique Semo, Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II, Laura Esquivel, Pedro Miguel, Beatriz Aldaco, Héctor Díaz Polanco, Rafael Barajas “El Fisgón”, José Hernández, Rafael Pineda “Rapé”, Armando Bartra, José Gandarilla, Silvana Rabinovich, Elvira Concheiro, Violeta Nuñez, Diana Fuentes, Elisa Godínez, Juan Pablo Morales, Irvin Rojas, Víctor Aramburu, Adrián Velázquez y quien esto escribe.
El concepto de “sentido común” en algunas épocas tiene connotaciones favorables y en otras tiene mala prensa. Algunos le llaman socarronamente “el menos común de los sentidos”. Descartes creía sinceramente que era lo mejor repartido del mundo, a lo que algunos añaden con ironía que se debe a que todos creen que tienen suficiente. Pero el concepto detrás del nombre de esta revista es más fiel al cartesiano y menos al de quienes usan el término con sorna. Y es que, si bien el sentido común es compartido y socialmente construido, es por esa misma razón cambiante y lleva el sello de su tiempo. Cierro estas líneas citando de nuevo al autor con el que iniciamos estos párrafos: “«Sentido común» es nombre colectivo; no existe un solo sentido común, pues éste es un producto y un devenir histórico”. Esperamos, pues, que este sea un sitio desde donde se construya de manera colectiva nuestro entendimiento del presente: https://sentidocomunmx.com/.